Un experimento social para descubrir cómo la violencia de género amenaza la vida de lxs menores y es silenciada por las instituciones

Iniciamos un viaje a través de la infancia para probar que un maltratador NUNCA puede ser un buen padre. Descubrimos qué sienten los niños y niñas obligados a vivir con progenitores violentos, nos ponemos en su piel para entender cómo viven su cotidianidad y denunciar la falta de contundencia de las instituciones.